Vemos que, desde tiempo atrás, a las mujeres se les ha tratado como objetos que pertenecían al hombre, eran castigadas si no cumplían con las reglas de la casa o lo que marcaba la biblia; además, no tenían el mismo valor que el hombre, eran cambiadas por terrenos, ganado y por hombres muy importantes, ya que si alguien nacía varón, era la adoración de la familia, y si era mujer, era la decepción; también decían de las mujeres que no eran capaces de gobernar porque eran de sentimientos débiles y no eran suficientes, muchos pensaban que podían echar a perder el trabajo de años de sus antecesores.
Todo esto se formó a partir del contexto histórico, cultural y social en el que vivimos; la sociedad construye representaciones de la feminidad que actúan como modelos ideales, que a su vez influyen en la estructura del sujeto femenino, cosa que no pasaba tiempo atrás y que en la actualidad ya está pasando; gracias a eso, las mujeres tienen las mismas oportunidades que el varón, como por ejemplo ya puede votar y opinar, aunque no siempre se aplique. Antes, los hombres decían que ellas son lo otro porque pensaban y creían que las mujeres solo debían servir al hombre, ese era su única labor en la vida: complacer y hacer todo lo que se le pida.
Si no obedecían, eran castigadas o incluso les pegaban, nunca dejaban sacar su potencial, no veían lo capaces que eran de triunfar y ser iguales o mejores que los hombres. Desde muy chicos, a los hombres nos han educado para ser el macho alfa y poder gobernar una comunidad, la identidad masculina ha sido dogmatizada desde siglos atrás, ya que aquí y en otros lugares así se ha venido marcando, algunos se guían por la biblia o por las enseñanzas de casa, que tiene uno de pequeño, es un proceso diferente al de las mujeres, por lo cual el hombre no se debe guiar por sus sentimientos: nosotros “no debemos sentir nada”, ya que si le pasaba, al hombre no lo consideraban lo suficientemente capaz de liderar y tomar buenas decisiones; los hombres han llegado a poner orden, ésa es la idea que se les han ido diciendo por años.
Para entender sobre la soberanía masculina tenemos que remontamos a la historia; los hombres eran los que iban a las guerras, en cambio, para las mujeres, su única función era educar a sus hijos, hacer la comida, servir al hombre y no hacía más que eso, a partir de eso fue que se construyeron los esquemas del machismo.
Las personas, antes de nacer, no sabían nada, fueron adquiriendo conocimiento con el paso del tiempo, por eso la existencia precede a la esencia, a lo que me refiero es que todos al llegar al mundo no sabemos nada, pero si desarrollamos algunas habilidades, como gatear, comer, caminar entre otras cosas, con el paso de tiempo, vamos aprendiendo y recolectando información para nuestro futuro; al igual que en nuestro género, nacemos sin saber y en base a nuestras acciones, construimos nuestra identidad de género.
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